lunes, 3 de agosto de 2020

Capitulo 9



Jesús se aparta de Eugenio con tristeza. Le pide perdón con amargura.
--Perdón por ser tan incoherente.
Eugenio le sonríe con ternura.
--No me importa porque sé que me amas. Entiendo que tal vez te resulte duro romper tu relación pero no eres ni el primero ni el último que lo hace.
Jesús piensa en ese joven de instituto que hubiera dado su vida porque su amigo le dijera esas cosas pero los años que ha vivido con Carlos pesan ahora sobre él como una losa.
--No puedo llegar y decirle que lo dejo por otro. Perdón pero no puedo hacerlo.
--No me hagas esto –le suplica Eugenio dolido.
La tristeza de Eugenio complica aún más las cosas pero Jesús está decidido. Se muestra angustiado:
--Perdón por molestarte, por aturdirte cuando no te puedo ofrecer nada. Uno no puede labrar su felicidad sobre el dolor de otra persona. Las cosas no se hacen así.
Aunque le duele que elija al otro, a Eugenio le emociona la solidaridad, la preocupación de Jesús por Carlos. Su lealtad y eso hace que lo quiera aún más. Acaricia con dulzura al hombre y le pregunta tiernamente:
--y tú¿qué es lo que quieres?
--No es justo para él. Yo estaba mal cuando me alejé de ti. Carlos me salvó.
--¿tú crees que a él le gustaría que estuvieras a su lado por compasión?
Jesús le muestra la mano con el anillo:
--Simboliza el compromiso que nos une hasta la muerte.
Eugenio se aparta de él alterado. Le desesperada que le cueste tanto romper su relación
--¡pero óyete. Es que eso que dices no tiene ningún sentido.  Nadie está obligado a estar con otra persona hasta la muerte¡
--pero él me ama.
--¿y no crees que yo te amo?
Jesús no se atreve a mirarlo a los ojos. Le gustaría poder decirle que sí pero francamente sería demasiado bueno como para poder creerlo.
--No, no lo creo.
Su desconfianza lastima a Eugenio.
--gracias, genial.
Se va dolido. Furioso. Empieza a dar patadas a los árboles. Jesús llora al verlo. Está enamoradísimo de él pero sabe que años atrás le hubiera entregado su vida con los ojos cerrados pero ahora no. Ahora está Carlos y se debe a él. El pasado de Eugenio le crea demasiada desconfianza. Le ha tomado de golpe que sea gay como para lastimar a Carlos sin una seguridad que su historia con Eugenio pueda funcionar.




Jesús está decidido por luchar por su relación con Carlos. En la noche le prepara una cena romántica.
--¿es que es un día especial?
--No, es para darte gracias por todos estos años.
Carlos no tiene nada concreto para sospechar Jesús esté en peligro pero por si acaso sí le gusta que sepa que no podría vivir sin él.
--Menos mal que tú me quieres. Sino creo que me mataría.
Jesús se angustia mucho al escucharlo hablar así.
--No digas eso.
Carlos lo besa.
--Por suerte tú me quieres.
Jesús no quiere seguir hablando. Va seduciendo a su chico, cosa no difícil porque Carlos siempre está apunto.
--¿te apetece? No es sábado –pregunta excitado pero sorprendido.
Jesús siente que se lo merece, que tiene que aferrarse con fuerza a él. 
--hoy no me duele la cabeza –dice coqueto.
Jesús cierra los ojos. No se muestra del todo pasivo pero es Carlos el más activo. Jesús no quiere hacerlo pero no evitar pensar en Eugenio, en desear estar con él. Es además así la única manera en la que goza del sexo. Carlos se fuma un cigarro y se queda dormido relajado y satisfecho. Jesús lo mira con amargura. Se le hace difícil de soportar que así sea el resto de su vida, que tenga que entregarse a un hombre por el que sólo siente cariño y agradecimiento cuando sólo escuchar el nombre de Eugenio ya siente escalofríos en todo el cuerpo. Hay momentos en los que está resignado pero otros en los que no, en los que quiere revelarse por vivir a medias, por no arriesgar por algo que vale la pena.


Comienza un nueva día. Jesús prepara el desayuno mientras Carlos se está dando una ducha. Llaman a la puerta. Abre y no encuentra nada, en el piso un sobre a su nombre. Lo abre y dentro una tarjeta roja en forma de corazón. Mira hacia dentro. Se oye la ducha. Se calma.
--esto no son cosas de Carlos.
Siente que el corazón se le va a salir por la garganta al ver que es de Eugenio: “Sé que te quiero, que eres lo único que de verdad he querido. Eres mi dueño, la luz que me ilumina. Por favor cree en mí aunque sea sólo un rato. No importa si después no te quedas a mi lado, sólo quiero que seas feliz por un rato”. Jesús está excitado pero también tenso. Tiene miedo de que Carlos salga y descubra lo que está pasando.
--¡que loco, si llega a ser Carlos quien abre..¡
Eugenio se ha arriesgado mucho. Se nota desesperado y eso emociona a Jesús. Lo tiene totalmente enloquecido. Junto a esas líneas un lugar y una hora para un encuentro. Apenas en unos momentos. Eugenio ya lo ha hecho así para que no le dé tiempo de pensar.
--¡¡Carlos se me ha hecho tarde… me tengo que ir¡
--¡Está bien, cari. Nos vemos en la noche¡
Jesús no quiere pensar. Està emocionado por la cita.
--¿¿qué locura se le habrá ocurrido?
El encuentro es en la montaña. Toma un taxi para llegar lo antes posible. No se ve nadie en el lugar indicado.
--¿me habré equivocado o será una burla?
Por un momento piensa en la posibilidad que Eugenio se esté riendo de él.
--¡¡si, eso debe ser¡
Era demasiado bonito para ser verdad. Siente un gran dolor dentro de él al pensar que todo es una broma, que Eugenio no es gay, que todo lo ha hecho para humillarlo. Ya iba a irse cuando el ruido de una avioneta lo inunda todo. Lleva un cartel pintado un I  ❤ Jesús. La avioneta abre una compuerta y cae toda una lluvia de globos de colores en forma de corazón. Jesús no puede con la emoción. Desliza algunas lágrimas. Vibra de emoción. Una felicidad inmensa llena su corazón. Jamás se sintió tan importante, tan amado. Cuando menos lo esperaba Eugenio aparece delante de él, muy sonriente y con una flor amarilla entre sus manos. Jesús no se lo piensa. Se tira encima de él y empieza a besarlo. Caen sobre la hierve. Se quedan un buen rato el uno encima del otro besándose, amándose ardientemente. Con un hilo de voz, Jesús le susurra:
--No sé cómo agradecerte todo lo que has montado por mí, me parece increíble que hayas sido capaz.
--la felicidad que veo en tus ojos –le dice Eugenio muy tierno—es la mejor de las recompensas.
Por primera vez, Jesús siente el amor de Eugenio. Traspasa su piel. Ambos sienten escalofríos, están felices. El mundo se ha paralizado para ellos. Se besan, se acarician mientras Eugenio por primera vez le dice:
--Te amo.
Jesús se olvida de todo:
--Yo también, yo también te amo.
Los dos están felices. Son los minutos más apasionados para ambos. Si Eugenio hubiera querido hubiera pasado de todo y en el fondo a Jesús le decepciona que eso no pasa.
--Tenemos que volver… hay que trabajar.
Se dicen ambos con fastidio. Eugenio no lo quiere presionar. Ya sus cartas están sobre la mesa, ahora es Jesús quien tiene que decir. Jesús no desea que ese momento acabe pero es consciente que no es su realidad que él tiene pareja y que no puede romper con todo así como así. Eugenio leva a Jesús al trabajo en su moto. Jesús siente muy bien abrazado a él y Eugenio está encantado de tenerlo abrazado. Se despiden cerca del trabajo de Jesús. Los dos están muy excitados.
--ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida pero es mejor que no nos volvamos a ver --muestra el anillo—tengo un compromiso y hay demasiado peligro cuando estamos juntos.
Eugenio sonríe con una amarga sonrisa pero no le dice nada. Lo deja ir sin problemas. Jesús contempla como se va el amor de su vida pero en su casa le esperan los brazos de Carlos y no tiene valor de rechazarlo. Eugenio le hace feliz pero Carlos desgraciado.
--¿porqué no todo puede ser como esta mañana?
Eugenio ya ha salido de su vista. Está llegando a su empresa cuando una chica lo llama y lo saluda. A ella le alegra verlo a él no tanto. Sin que él se lo espera ella se lanza encima de él y lo besa. Eugenio no desea ese beso. No responde. Jesús ha ido atrás. No, no quería renunciar a Eugenio, quería hablar con él y lo que ve le parte el alma. Eugenio se horroriza al ver que Jesús lo ha visto. Se saca de encima a la chica y corre hacia él. Jesús cruza la carretera y una moto lo embiste. Cae y se da un fuerte golpe.



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