martes, 4 de agosto de 2020

Capítulo 15



Jesús no tiene duda de lo que ha pasado. Eugenio ha violado a su sobrino y o bien quiere volver a hacerlo o lo está amenazando para que calle. 
--¡¡¿¿Cómo HAS HECHO UNA COSA ASÍ?¡ --le reclama Jesús llorando lágrimas de metal.
Eugenio se muestra sofocado. Sorprendido. Mira a Jesús incrédulo.
--¿es que crees que he sido yo?
Eugenio jamás pensó que Jesús dudaría de él. Jesús considera que es un cínico.
--¡NO TE ATREVAS A NEGAR LA EVIDENCIA¡
Benito está en un rincón de la cama en shock. Sólo llora. Al ver que en serio Jesús lo está culpando, Eugenio se pone nervioso y es cuando se defiende.
--¡¡yo he entrado porque la puerta estaba abierta y me lo he encontrado así. Estaba conmocionado y he tratado de auxiliarlo y es cuando has llegado tú¡
Eugenio entonces se dirige a Benito.
--¡¡las cosas han sido así… reconócelo¡
Pero Benito sólo llora. Jesús piensa que Eugenio lo que quiere es intimidar a su sobrino y no le permite que lo acose.
--¡¡voy a llamar a la policía¡ --Jesús.
Aunque le costaría, Jesús está totalmente decidido a denunciar a Eugenio. No quiere que el gran daño que le han hecho a su sobrino quede sin pagar. Eugenio suplica y no se cansa. Proclama su inocencia. Lo jura por la memoria de sus difuntos padres. Jesús no cree en él. Lo mira con odio.
--¡¡¡como te atreves a mentir mezclando a tus padres¡ ¡¡no tienes perdón¡¿cómo he podido ser tan ciego¡
Sin moverse y con un hilo de voz, Benito pide:
--no llames a la policía.
Está demasiado avergonzado de lo que ha pasado.
--Que nadie se entere y menos mis viejos.
A Benito le tiembla la voz. Está roto por dentro y a Jesús le parte el alma verlo así.
--¡NO TE PERDONARÉ NUNCA LO QUE HAS HECHO¡ ¡¡ESTÁS MUERTO PARA MÍ, NO QUIERO QUE TE ACERQUES A NINGUNO DE LOS DOS¡
Benito siente asco de si mismo. De estar desnudo ante Eugenio, de la sangre. Quiere borrar la huellas de lo que ha pasado. Ducharse, quemar esas ropas.
--echa a ese hombre, por favor –le suplica el chico casi sin fuerzas.
Eugenio no está dispuesto a irse sin que antes Jesús crea en él. Jesús lo mira con odio, lo golpea y le escupe:
--¡No quiero verte nunca más¡
Eugenio lo mira como si fuera la víctima y eso enfurece más a Jesús.
--¿¡¡COMO PUEDES COMPORTARTE COMO SI NO HUBIERAS HECHO NADA, COMO PUEDES SER TAN DEPRAVADO?¡¡¡
Eugenio está desesperado, suplica alterado pero nada de lo que él diga convence a Jesús.
--¡¡es que no tienes escrúpulos… después de cómo te portaste con Raquel no sé de que me sorprendo¡
Eugenio se lleva las manos a la cabeza.
--¡Raquel no tiene nada que ver con esto¡
Jesús va empujando a Eugenio hasta fuera de la habitación. Desea que salga de su casa.
--¡¡ES QUE SEGURO QUE TE QUERÍAS COGER  A MI SOBRINO Y QUE HAS TOMADO POR LA FUERZA LO QUE NO SE TE DABA POR VOLUNTAD PROPIA¡
El rostro de Eugenio es el del dolor.
--No puedo creer que pienses que soy capaz de hacer una cosa así.
--Veo que eres un gran actor --dice Jesús con desprecio mientras acompaña a Eugenio hasta la puerta.
Jesús empuja a Eugenio hasta el exterior de la casa. Éste le lanza una amarga mirada a Jesús antes que cierre la puerta. Jesús corre a auxiliar a su sobrino que está muy angustiado. Lo ayuda a levantarse. Benito está roto por dentro. Casi no tiene ni fuerzas para moverse. Desnudo en la ducha llora amargamente. La puerta está abierta y Jesús lo abraza. Le pide perdón por haber metido a Eugenio en su vida.
--¡¡esa basura te ha destruido la vida por mi¡
Benito sale de la ducha todo mojado. Aunque muerto por dentro se siente más tranquilo.
--No, no es culpa tuya. Las cosas pasan porqué sí.
Jesús piensa que lo dice para que no se sienta culpable pero los remordimientos están dentro de él y nunca se lo podrá perdonar. A Benito ahora lo que le preocupa es que nadie lo sepa. Se siente demasiado sucio como para compartir con alguien ese terrible secreto. Le hace prometer a Jesús que no le dirá nada a nadie. Jesús quiere proteger a su sobrino. Piensa en decirle que vuelva con sus padres para alejarlo de Eugenio pero teme que piense que se desentiende de él. Benito no soporta estar en ese mismo techo pero no quiere ver a sus padres. Está seguro que sus padres se darían cuenta de lo que le pasa y prefiere quedarse en ese lugar donde los recuerdos son infernales. Eso sí no volverá a entrar en esa habitación. Tumbado en la cama de Jesús, éste a su lado lo acaricia con ternura. Benito no quiere hablar del tema. No desea recordarlo. Se ha vestido con una camiseta y unos pantalones cortos y lo que quiere es descansar, olvidarse de todo. Jesús lo que quisiera es que Benito le dijera que no, que está equivocado que Eugenio no lo violó.
--es que se veía tan tierno--dice para sí.
Jesús se reclama así mismo por estar intentando justificar a Eugenio.
--¡es una bestia en celo, un monstruo enfermizo¡ --va pensando.
Benito se toma una pastilla para dormir de las que tomaba Jesús mientras llevaba corsé. Así logra quedarse dormido. Entonces Jesús sale de la casa. Necesita que le dé el aire. Se acerca a él la la vecina de al lado.
--¿Ha ocurrido algo?
--No ¿porque? usted ha visto a alguien.
--Si al que dicen que es tu novio nuevo… he oído gritos.
--¿No ha visto a nadie más?
--Estaba haciendo la comida pos no.
Jesús trata de mostrarse frío para que la vecina no sospeche que sí ocurre algo. Con lo chismosa que es su vecina, Jesús está seguro que es imposible que alguien entrara a su casa sin que la mujer lo viera.

Raquel no tarda en visitar a su amigo.
--¿qué haces aquí?
--Me llamó Eugenio.
Jesús siente toda una puñalada cuando le mencionan el nombre de su amado. Se altera mucho.
--¿¿¡QUÉ TE CONTÓ ESE MISERABLE?¡¡
Raquel no entiende nada de lo que está pasando. No entiende porque tanto odio en los ojos de su amigo si el día antes estaba muy enamorado.
--Nada, sólo que lo acusas de algo que no hizo.
--¡DESGRACIADO¡
Jesús golpea con fuerza la pared. Tiene tanta rabia, tanto odio que no dejaría de llorar.
--¡¡SABER QUE ME HE ENAMORADO DE UN DELINCUENTE QUE HA VIOLADO A MI SOBRINO NO ME DEJARÁ VIVIR EN PAZ¡
Raquel no puede creer lo que le cuenta. Jesús necesita compartir su secreto con su amiga pero le hace jurar que no se lo dirá a nadie y menos a Nicolás. Jesús llora en brazos de su amiga. Ante Benito quiere ser fuerte pero ante Raquel se puede permitir el lujo de ser débil. Habla con la voz dolorida.
--Me siente como si me hubiera pasado por encima un tren. Me han matado. Tengo el alma rota. Estoy furioso conmigo mismo por haber caído en las garras de ese maldito¡¡si yo sabía que era una basura ¡ ¡¡si después de lo que te hizo a ti¡ ¡¡¿cómo pensé que iba a cambiar?¡
Raquel lo va acariciando. No quiere que su pasado con Eugenio sea un motivo más para que lo odie pero Jesús ahora no necesita ir al pasado para odiar a Eugenio. Siente demasiado odio y demasiado rencor dentro de él.
--¿¿cómo ha podido hacer una cosa así? ¡¡es que si no lo hubiera visto con mis propios ojos no lo hubiera creído¡¡ ¡¡es que con sus antecedentes no sé como volví a confiar en él¡
Esa es una espina que jamás se podrá sacar.
--¡¡SI YO NO HUBIERA METIDO A ESA BASURA EN MI VIDA ESTO NO HABRÍA PASADO¡
Raquel trata de animarlo.
--No te sigas torturando.
Pero nada de lo que ella le diga le anima.
--Han arruinado la vida de lo que más quiero, ¿Cómo quieres que no me torture?
A Raquel le duele verlo mal. Le pide perdón por haber ayudado a Eugenio a seducirlo.
--También es culpa mía.
Los dos amigos se abrazan con fuerza.

Jesús se pasa la tarde pendiente de Benito que no sale de su dormitorio. Jesús tiene llamadas perdidas de Eugenio. Desconecta al celular. Espera que Eugenio no insista. No quiere verlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario