miércoles, 5 de agosto de 2020

Capitulo 25



Nicolás está dándose una ducha. 
--¡Nico, te está sonando el celular¡ --le comenta uno de sus amigos.
--ya, déjalo.. da igual.
--si pero es que está sonando mucho… --protesta el otro.
Nicolás sale desnudo y mojado. Molesto.
--¡¡¿¿qué será esto que no puede esperar?¡
Nicolás se ha quedado pálido con la noticia que le dan. Sus amigos se preocupan.
--¿¿qué es lo que pasa?
Con un hilo de voz y mientras se empieza a vestir.
--¡Eugenio ha sufrido un accidente¡ ¡¡está muy grave¡
Los tres amigos se preocupan mucho por el estado de Eugenio y se preparan para ir a la clínica en donde le han dicho que está. Eugenio apenas tiene un hilo de vida y el rostro totalmente ensangrentado.

Jesús está paralizado por el miedo. No se mueve. No se acerca al balcón. No se atreve a mirar. Escucha a los vecinos alterados.
--¡¡esta muerto¡ ¡¡se ha matado¡
Escucha como gritan que hay que llamar a la policía. En medio de la confusión, Jesús piensa en Eugenio.
--¡no puede estar muerto¡
Deja en la mesa la carta que le dejara Carlos. Son demasiadas cosas a la vez. Eugenio herido o muerto por culpa de Carlos y Carlos muerto para vengarse de él. Llama a Raquel. Se muestra alterado.
--es que si no me explicas no te voy a entender --dice ella alterado al notarlo a él angustiado.

En el hospital, Nicolás y sus amigos llegan con preocupación. Nada les dicen del estado de Eugenio. Hay que esperar. Raquel no tarda en llegar. Nicolás sorprendido.
--qué haces aquí? Como te has enterado.
--Me llamó Jesús, está muy preocupado.
--¿Pero es que él sabe?
--Fue Carlos. Carlos atropelló a Eugenio, le dijo a Jesús que lo mató.
--¡espero que la policía lo haya atrapado¡ --Nicolás con rabia.
--no, se ha matado. Carlos se ha tirado por el balcón de casa de Jesús. Como puedes imaginar está muy impactado. Me ha pedido que yo averiguara lo que Eugenio porque
Raquel ama a ese hombre pero le duele lo distante que es él con ella, parece que sí ha olvidado todo lo que ha vivido con ella. Mientras Raquel se aleja Nicolás mira con tristeza a esa mujer. Sus amigos, uno a cada lado, le pone la mano en los hombros.
--¿aún la quieres?
--ella te ama.
--Voy a ser papá,  le tengo que cumplir a la madre.
Nicolás, además, ahora está pendiente de Eugenio. Es lo más cercano a un familiar que tiene y desea estar al pendiente de él.

Al cabo de un rato, Raquel llega a casa de Jesús. Lo encuentra muy abatido. Son demasiadas culpas las que tiene dentro de él. La muerte de Carlos pesa sobre una losa. Sabe que murió porque amaba a otro y eso es algo que le duele. Además le preocupa mucho el estado de su amado.
--Tiene muchas heridas en el rostro pero se pondrá bien.
--En cambio las heridas que yo tengo en el alma nunca se cerraran--dice Jesús con amargura.
--Ya Carlos no volverá a hacer daño a nadie.
En eso Raquel se equivoca. Jesús está seguro que el recuerdo de Carlos siempre lo va a perseguir y que nunca podrá ser feliz.
--Yo soy responsable de su muerte y él se ha encargado de recordármelo en una carta que me ha dejado. Es una carta llena de odio contra mí… me ha matado.
La policía tiene esa nota pero a Jesús se le ha quedado clavado en la mente frases como: “Muero de amor porque tú no me quieres amar. Me mato porque tú así lo quieres, ya puedes ser feliz, construye tu felicidad sobre mi cadáver”.
Jesús abraza amargamente a Raquel:
--¡Carlos ha hecho mucho daño y todo es culpa mía¡¡no se puede hablar mal de los muertos¡ ¡¡pero ha convertido mi vida en un infierno¡
Raquel trata de animarlo.
--Lo que tienes que hacer es ir al lado de Eugenio   él te necesita.
Jesús tiene el alma rota.
--Yo espero que Eugenio se recupere pero me siento demasiado mal, no puedo ayudarlo.
Jesús no deja de llorar.
--¡he visto a la madre de Carlos abrazarse a su cadáver y como me miraba¡ ¡¡esa mujer me odia, ha dicho que acabará conmigo¡
Raquel trata de animarlo:
--refúgiate en Eugenio. No seas orgulloso, no dejes que nadie de esa familia te haga daño otra vez.
--No levanto cabeza. Estoy cansado de sufrir, de hacer daño a quien me quiere --llora Jesús.
--No digas eso. No es así.
Pero Jesús siente demasiado dolor:
--Carlos ha muerto por mi culpa, Eugenio me acusó de ser una puta y ahora su vida corre peligro.
--¡pero él va a estar bien y tú también tienes que estarlo¡
Raquel quiere animar a Jesús a que vaya a ver a Eugenio pero Jesús siente que ha sido nefasto para los hombres que lo han amado.
--es mejor que no me vuelva a ver. Eugenio y yo nos hemos hecho mucho daño pero por mi culpa él casi muere.
Raquel le quiere hacer entender que el culpable de todo fue Carlos y que ahora nada le impediría ser feliz junto a Eugenio.
--para empezar Eugenio me odia y además… yo ahora no puedo ser feliz a nadie.
Los remordimientos han hundido a Jesús y no hay nada que pueda hacer para solucionarlo.



Días después, Eugenio sigue hospitalizado. Está bien pero le han quedado muchas cicatrices en el rostro. Nicolás está a su lado.
--Jesús pregunta mucho por ti. Te ama de verdad. Lo que pasa es que está muy herido
 Ese loco le ha hecho mucho daño.
Eugenio quiere mostrarse indiferente pero le duele mucho que Jesús no esté a su lado.
--la última vez que los vi juntos no parecía pasarlo mal.
Nicolás es muy cariñoso con su amigo:
--¿después de todo lo que te he contado de esa bestia en serio crees en lo que viste?
Eugenio se siente acabado:
--igual soy un monstruo, Mira como me ha quedado la cara.
Eugenio se sentía muy orgulloso de su belleza y ahora siente que Carlos le ha dado en donde más le podía doler. Nicolás trata de animarlo. No quiere que se hunda.
--No es para tanto.
Eugenio le reprocha con rabia:
--Eso me lo dices porque no viste la cara de asco con la que me miraba Moha y ya no he vuelto a saber de él.
--¿tienes miedo que eso te pase con Jesús? Yo sé que él te ama de verdad y que si se encontrara con ánimos te apoyaría.
--No, me da igual lo que pase con Jesús.
Su rostro es el del dolor. Dice que no quiere hablar de él pero está esperando que le cuenten todo, quiere estar seguro que efectivamente Jesús lo está pasando mal y que por eso no está a su lado.
--Todo es cuestión de tiempo. Para Jesús es muy duro saber que ese loco violó a su sobrino, que te quiso matar a ti, que se mató él y se siente responsable de todo. Es lógico que ahora lo que menos piensa es en el amor.
Eugenio no quiere llorar pero no puede evitar que se le escapen las lágrimas. Nicolás le acaricia la mano.
--El tiempo es vuestro aliado. Tus cicatrices desaparecerán y sino para eso está la cirugía, volverás a ser el de antes y entonces Jesús y tú os podréis encontrar.
Eugenio está muy triste por todo lo que le está pasando a su amado y le gustaría poder estar a su lado pero no quiere que nadie y menos Jesús lo vea con su belleza acabado.
--Tengo que huir, ayúdame.
--No tienes que esconderte de nadie.
Eugenio se siente de verdad un monstruo:
--si un día vuelvo a ser el de antes volveré pero no quiero que me vea nadie así.
Nicolás lo ve tan atormentado que prefiere hacer lo que le pide. Le promete que buscará una clínica privada en donde pueda recuperarse sin que nadie sepa de él. Eugenio quiere desaparecer que los que lo han conocido como un hombre guapo no vea su rostro lleno de cicatrices.

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